La DGT va a proponer un cambio
en el Reglamento General de Circulación, con el fin de que los menores que
viajan en asientos de los grupos 0, 0+ y 1 , lo hagan en sentido contrario a la
marcha, siempre que el dispositivo lo permita y el menor tenga menos de cuatro
años.
Según declaraciones realizadas
en la revista Tráfico y Seguridad Vial por el Sr Juan Carlos González Luque,
Jefe de la Unidad de Coordinación de Investigación de la Dirección General de
Tráfico: “ si el niño va sentado en sentido inverso a la marcha, las
fuerzas que se registran en caso de impacto se distribuyen por todo el cuerpo y
no se concentran en la zona del cuello, como ocurre cuando viajan en sentido de
la marcha”.
Cabe destacar que si bien en un
adulto la cabeza representa el 6% del peso corporal, en los primeros años de
vida de un niño, la cabeza representa aproximadamente el 25% de su peso total;
sin embargo, ni los ligamentos, ni los músculos del cuello están todavía bien
formados.
A menudo muchos padres nos
preguntan si al ir sus hijos en sentido contrario, no se marearán más. La
repuesta es muy clara: si el menor no se ha mareado durante los primeros meses
de vida en las sillas de grupo 0, no tiene porqué marearse ahora en una silla
de grupo 1. También nos preguntan si se pueden producir lesiones en las piernas
viajando en sentido contrario; pues bien, dado el reducido espacio entre la
silla del bebé y el respaldo del asiento del vehículo, a veces deben encoger
las piernas, pero según diversos estudios esto no incrementa el riesgo de
sufrir lesiones en piernas y tobillos. Además, estas hipotéticas lesiones
siempre serían menos peligrosas que las ocasionadas en el cuello.
La experiencia de Suecia donde
los niños viajan hasta los 3 / 4 años en sentido contrario a la marcha,
demuestra que este tipo de sillas infantiles son hasta 5 veces más seguras que
aquéllas que van instaladas a favor de la marcha.
Esta es la razón por la cual
desde MIMAM aconsejamos para vuestros hijos e hijas las sillas de grupo 0,1 Be
Safe Izi Combi o la Cybex Sirona. Ambas permiten que el menor viaje en sentido
contrario el máximo de tiempo posible; porque cuando hablamos de seguridad
infantil, no hemos de dudar.