Últimamente estamos oyendo hablar de cambios en la normativa
referente a los sistemas de retención infantil, más conocidas también como las
sillitas de auto para bebés. Se habla de las indiscutibles ventajas de viajar
en el sentido contrario a la marcha el máximo tiempo posible, puesto que está
demostrado que las lesiones que pueden padecer los menores en caso de accidente
frontal son muchísimo menos graves viajando en sentido contrario a la marcha,
que no cuando el accidente se produce viajando el niño/a en una silla a favor
de la marcha. En realidad se dice que la presión que recibe un niño de un año
en la zona cervical puede reducirse hasta en 5 veces viajando en contra de la
marcha.
Pero, ¿de dónde sale esta iniciativa? ¿ En qué se basa? Pues
todo esto proviene de la experiencia escandinava, dado que en temas de
seguridad vial históricamente estos países han sido pioneros tanto en la
seguridad de los vehículos, como de sus ocupantes.
MIMAM desde el primer día comparte los valores de la
marca noruega Be Safe y por esta razón desde siempre hemos aconsejado a
nuestros clientes que las sillas de auto más seguras para los menores de cuatro
años son sin duda las que se instalan en sentido contrario a la marcha.
Los valores de Be Safe son la seguridad, el diseño y
la constante innovación con el objetivo de aportar a nuestros hijos la máxima
protección ante un hipotético accidente de tráfico. Tan importante es la
seguridad para Be Safe que la marca voluntariamente se somete a
certificaciones mucho más exigentes que la normativa europea ECE R44/04.
Obviamente todas las sillas de auto que se comercializan en Europa cumplen con
esta normativa comunitaria, pero hemos de tener muy claro que ésta es una
homologación de mínimos de la cual los escandinavos nunca han quedado
satisfechos. Por esta razón, Suecia en el año 2009 a través de las
asociaciones Swedish National Road and Transport Researchers (VTT), National
Society for Road (NTF) y el fabricante de vehículos Volvo crearon la
homologación Plus Test, la cual la pasan voluntariamente algunas marcas.
El Plus Test a diferencia de la norma ECE R44/04
mide la presión que recibe el menor en un accidente en la zona cervical. Sin
embargo, la homologación europea solamente mide la aceleración del tórax y la
cabeza, pero no la fuerza que se descarga sobre el cuello. En un menor de 3
años una presión de 130 kg en dicha zona causaría la muerte inmediata
del niño/a; para obtener la certificación Plus Test la presión en la zona
cervical no debe sobrepasar los 122 kg. Asimismo, el Plus Test garantiza
que en caso de accidente el niño no sufrirá lesiones cervicales graves. Tal es
el nivel de exigencia de dicha certificación que no existe a día de hoy ningún
sistema de retención infantil en el sentido de la marcha que cumpla con los
requisitos que demanda el Plus Test. Para ilustrar mejor lo que estamos
detallando en una silla de auto donde el menor vaya a favor de la marcha, la
fuerza que se descarga sobre la zona cervical está por encima de los 200 kg
mientras que el Plus Test sitúa como valor máximo permitido los 122 kg.
Por tanto, solamente en sillas de sentido contrario a la
marcha podremos ver este distintivo de máxima seguridad para nuestro hijo/a.
En MIMAM pensamos que a la hora de obtener una silla
de auto para nuestros hijos merece mucho la pena hacer el esfuerzo de ponernos
en manos de aquellas marcas que priorizan la seguridad ante todo. Y en este
sentido no cabe duda que la experiencia y seguridad escandinava de Be Safe
la posicionan como una de las mejores opciones.