En momentos de dificultades económicas, como el que
desgraciadamente estamos viviendo, es muy habitual recurrir al mercado de
segunda mano o bien reutilizar productos que nos prestan. La verdad sea dicha
que en algunos de ellos puede ser una solución aceptable, pero si hay algún
artículo donde se desaconseja totalmente es en los sistemas de retención
infantil o también las denominadas sillitas de coche.
Comprar una silla de coche de segunda mano, de la cual
desconocemos totalmente su historial es sinceramente muy desaconsejable, puesto
que sin saberlo podemos estar comprometiendo la seguridad de nuestro hijo/a.
A continuación detallamos qué conviene saber antes de
comprar una sillita de auto de segunda mano:
1) En
primer lugar hemos de saber que cuando una silla de auto ha tenido un accidente
de tráfico , ésta puede externamente no aparentar ningún daño, pero sin embargo
sus materiales pueden haber sufrido micro roturas que impedirían que la
silla respondiese con total garantía ante un hipotético segundo
accidente. Hoy en día, los fabricantes incorporan materiales con
propiedades deformables, al igual que ya sucede en la industria del automóvil.
En el caso que una sillita haya tenido un accidente es muy probable que sus
materiales hayan perdido esta propiedad de deformable, de forma y manera que
ésta ya no absorbe la energía del mismo modo.
2) Otro
aspecto a considerar es que con el paso del tiempo los materiales se degradan,
especialmente por los efectos de los rayos UV. En USA y Canadá es muy corriente
que los sistemas de retención infantil lleven fecha de caducidad. En este
sentido las sillas más expuestas a los efectos del Sol son las de Grupo
0, dado que son las que utilizamos tanto en el coche, como para pasear con el
cochecito. Por esta razón, si desconocemos en las condiciones que se ha
conservado un Grupo 0 no es recomendable utilizarlo pasados los 5 años.
En lo que concierne a las sillas de grupo 1, al estar siempre instaladas en el
interior del vehículo, sufrirán menos radiación solar y por lo tanto conviene
no reutilizarlas si han transcurrido más de 7 años desde la fecha de
adquisición. En cuanto a las sillas de grupo 2, 3, debido a su estructura son
las menos expuestas a la radiación solar, a la vez que es el grupo que menos
sufre en un impacto. Por lo tanto, los grupos 2,3 no conviene seguir
utilizándolos pasados los 8 años desde la fecha de compra.
3) Todos
los fabricantes están obligados a homologar sus productos. La homologación
europea vigente es la R44/04. Las homologaciones R44/01 y R44/02
están prohibidas. Las sillas con homologación R44/03 pueden
utilizarse, pero ya no pueden comercializarse.
4) En
innumerables ocasiones vemos que las sillas que se prestan entre familiares o
amigos, llegan incompletas. Es muy frecuente ver grupos 0 que no disponen del
cojín lumbar o el reductor de cabeza, de manera que no son aptos para bebés
recién nacidos.
5) También
hemos de tener en cuenta ante la compra de segunda mano de una silla de auto es
el estado en que se puede encontrar el arnés. Debido al roce con cremalleras,
botones metálicos o a veces al uso de productos abrasivos de limpieza, todo
ello puede ocasionar deterioro en los materiales.
6) Finalmente
destacar que los fabricantes invierten mucho dinero en I+D, lanzando al mercado
nuevas mejoras técnicas que sin duda aportan mayor seguridad para nuestros
hijos. Avances tecnológicos como ISOFIX, Toptether, sistemas de protección
lateral, materiales con capacidad para absorber impactos, etc. son
características técnicas que lógicamente no siempre tendremos en sillas de auto
más antiguas.
Por todo lo detallado, en MIMAM pensamos firmemente que
comprar un sistema de retención infantil adecuado a nuestro hijo/a es ante todo
una inversión en pro de su seguridad. Perseguir un ahorro económico en este
capítulo nos puede acarrear más disgustos que satisfacciones.
Para cualquier consulta, no dudéis en contactar con
nosotros.
Albert & Claudia