Desde el año 1992 se viene recomendando a todos los padres
que sus bebés duerman de espaldas, es decir, con la espalda apoyada sobre el
colchón y la cabeza ladeada con el fin de prevenir el síndrome de la muerte
súbita del lactante (SMSL), ya que hasta la fecha la recomendación era ponerlos
a dormir boca abajo y el número de muertes era muy elevado. El problema es que
poner a dormir a los bebés boca arriba está afectando a la forma de la cabeza
de los bebés hasta el punto que casi la mitad de los bebés de dos meses
presentan plagiocefalia en mayor o menor
grado.
La plagioceflia es la deformidad de la cabeza de los
niños, adquirida en los primeros meses de vida. La compresión de la cabeza
intra-útero o por partos instrumentales es un factor de riesgo. Pero la causa
de la deformidad adquirida, es que el bebé pase la mayor parte del tiempo recostado
sobre uno de los lados de la nuca en las primeras semanas de vida, tanto cuando
está dormido como cuando está despierto.
El tratamiento más eficaz es la prevención. La información,
la detección precoz de los signos de alarma y sobre todo, la complicidad de los
padres y cuidadores, es la garantía del éxito para el manejo de estas
deformidades posturales.
La almohada Mimos puede ser una buena ayuda de prevención pues ofrece un buen apoyo
del cráneo del bebé en aquellas situaciones en las cuales el bebé está tumbado
durante largo tiempo; por ejemplo: viajando en coche, durmiendo, paseando en el
cochecito o jugando durante el día. Su forma reduce la presión en cada punto de
la cabeza de 40g/cm2 a 10g/cm2. Es decir 4 veces menos presión por centímetro
cuadrado. De este modo, el crecimiento del cerebro no encontrará obstáculos y
la cabeza podrá crecer con su forma natural. La almohada tiene una cavidad en
el centro que permite un mayor ajuste de la cabeza, que aumenta la superficie
de contacto, de forma que la presión ejercida se reparte y se consigue así un
mejor apoyo.
Desde Mimam Barcelona, recomendamos el uso de la
almohada Mimos entre el nacimiento y los 6 meses. Más allá de los 12 meses, la
almohada impedirá que la deformidad se agrave pero no la hará retroceder. Si
cree que su hijo tiene alguna deformidad tiene que dirigirse a un
neurocirujano, puesto que ellos son los especialistas en este tema y después de
medir con exactitud el cráneo del bebe le indicaran que medidas correctivas a tomar.
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